Sobre Finca San Martin

Este es un nuevo comienzo. Esta es la historia de origen de Karen Salaverria Riedel. Sobre los hombros de cinco generaciones de productores de café familiares, Karen se une a las filas de los miembros de la familia que lideraron las fincas antes que ella. Escondido entre los pueblos pequeños de Ataco y Apaneca, los árboles de neem bordean los campos de café del Finca San Martín que Karen supervisará. Como joven agricultora, espera mezclar la tradición con la modernidad mientras honra los valores de su familia: respeto y lealtad.

“Es bastante simple. Todo se reduce al respeto en todas sus formas: respeto al medio ambiente, a todas las personas, a ti mismo y, por supuesto, al café. Crecí con la creencia de que es la responsabilidad de todos a conservar la tierra y respetarla. Como agricultores, como personas que trabajan e interactúan con la tierra día tras día, vemos como un honor y un privilegio cuidar nuestra tierra, protegerla.” Karen compara el papel de los agricultores con los pulmones; los agricultores ayudan a la tierra a respirar y la ayudan a prosperar de la mejor manera que saben. A cambio, los agricultores son recompensados con la cosecha de café y con esto tienen la suerte de compartir partes de su tierra con el mundo.

La Srta. Salaverria también creció como testigo de la lealtad demostrada entre su familia y aquellos que han trabajado en las fincas de su familia. Muchos de los empleados que trabajaron con los abuelos de Karen, quienes le enseñaron a secar los granos de café cuando era una niña, todavía trabajan con su familia en la actualidad. “Nuestros trabajadores se convierten en nuestra familia y sus familias también se convierten en nuestra familia. Me siento honrado de habernos ganado este tipo de lealtad de quienes trabajan en nuestras fincas y de haberlos empoderado para amar su trabajo y el café como lo hace mi familia. Esta conexión es muy importante para mí y es algo que quiero continuar en San Martín.”

Karen y su familia también creen en el respeto y la lealtad a su comunidad. En este momento, San Martín está pasando por un período de rejuvenecimiento y durante este tiempo, se ha abierto la finca a la comunidad local. Los vecinos han plantado maíz que no solo les permite cultivar alimentos para sus familias, sino que también ayuda a recuperar el suelo de la finca en preparación para la próxima cosecha de café. Además de ser mutuamente beneficioso, esto le ha permitido a Karen perfeccionar una conexión más profunda con aquellos que viven alrededor de la finca.

Al asumir este papel de liderazgo en Finca San Martín, la Srta. Salaverría tiene confianza en que puede mirar al pasado y a la tradición de su familia de agricultores mientras que ella pueda encontrar su propio estilo de liderazgo. Ella espera crear su propio legado de café de alta calidad utilizando procesos sostenibles que respetan el medio ambiente y crean oportunidades para sus empleados y la comunidad.