Sobre Finca San Andres

Las mejores historias siempre comienzan de orígenes humildes, y este es el caso de Iliana Martínez. Cuando era niña, ella y sus hermanos ayudaron a su padre a cultivar el café en las fincas de su ciudad para ganar dinero para pagar por los costos escolares y las necesidades básicas.

Refiriendo al trabajo como "enseñanza", Iliana y sus hermanos encontraron alegría en lo que hicieron con su padre. Desde buscar el raro "café doble" (plantas de café que tienen frutos "gemelos") para la buena suerte, hasta comer la dulce "miel" negra que goteaba en sus manos mientras hacían la cosecha, cada experiencia fue bella y divertida a través de sus ojos jóvenes.

Antes de comenzar su propia finca, Iliana trabajó como maestra de niños desfavorecidos en un pueblo rural de Guatemala. Le da nota que la mayoría de los estudiantes y sus familias trabajaban en fincas cafetaleras, esta experiencia se tradujo en una comprensión de los aspectos socioeconómicos y culturales del cultivo del café, conocimiento que ella aplica en la gestión de su finca en la actualidad. Esta experiencia también llevó a un profundo aprecio y valoración del arduo trabajo que los agricultores pusieron en su oficio.

La observación de estos agricultores, peones y sus familias también destacó el acceso limitado al capital y al asesoramiento técnico en materia de administración y comercialización entre los pequeños agricultores, cuestiones que actualmente defiende en nombre de los agricultores de su región, “aprovechando los espacios que permiten la voz de los productores para ser escuchada y creando conciencia y apoyo en torno a la valoración del trabajo de las familias campesinas ”, dijo.

Reconociendo que Guatemala, y especialmente la región en la que vivía, era en gran parte agrícola, decidió continuar su educación en agricultura, asistiendo a la universidad en los Estados Unidos como una forma de obtener conocimientos que mejorarían a la comunidad agrícola local cuando ella regresara a casa. Después de sus estudios, trabajó en empresas agrícolas por 8 años.

Tres de los valores principales que se llevó de sus estudios y trabajo corporativo son:

La utilidad de establecer controles de producción y mantenimiento
La necesidad de conocer los costos
La importancia de valorar el arduo trabajo de los trabajadores que hacen la cosecha en las fincas
Entender íntimamente su producto y su valor
Mejorar la calidad de su café

Iliana se enorgullece de ser un ejemplo para las fincas pequeñas en toda su región y está entusiasmada con la oportunidad de retribuir a la comunidad a través de su propia granja. Su gran visión para la finca incluye transformarla en un lugar donde las personas puedan realizar recorridos para aprender sobre el cultivo del café, así como servir como un lugar que une a las personas.

Su finca se destaca por el uso de prácticas y fertilizantes amigables con el medio ambiente, enfoques artesanales y agronómicos para la cosecha y, lo más importante, el café especial de alta calidad que produce.